Contribuido por Nereida Pacheco
09.12.2011
Dios la requirió
Por varias décadas la simpatía, don de gente y extraordinario desempeño de Miriam Briceño ante el Consejo Universitario contribuyó a que la ULA sea una de las mejores universidades del país. (Foto: Ramón Pico).
Pensamos que siempre estaría allí. Con toda una magnífica labor cumplida para retirarse a un merecido descanso, sin embargo se mantuvo activa hasta el final. Nadie de los miembros del Consejo Universitario pensó que ese ser tan imprescindible para todos podría irse repentinamente. La querida Miriam ahora forma parte del cielo